jueves, 10 de abril de 2008

DAÑOS COLATERALES.


El martirio es compañero día a día, es el y vos… Pensativo, errático.
Absorto en este lado del mundo.
Lluvia de estruendo, gritos, corridas, desesperación, incertidumbre, recuerdos, preocupación y sobre todo miedo mucho miedo... Luego
La calma. Y sorprendentemente estas ahí, seguís ahí.
Y forzada una sonrisa recorre tu rostro. Aun se escuchan gritos, llantos.
Y agradeces seguir ahí, te acomodas suavemente mirando los alrededores, quedas estupefacto. Y tu también lloras, palpando el frió suelo… esa tierra congelada.
Cuanto mas durara la paz; te preguntas continuamente acompañado por un suave balanceo. Alguien te llama, te levantas inmediatamente…… Y un pinchazo al medio del pecho te corta la respiración. Caes suavemente tomándote el dolor, la sangre no coagula es intenso el frió allí. Y ya dejas de ser ese hombrecillo turbado…Ahora no eres mas que un disparo certero.

Dedicado a quienes con valor murieron en tierras lejanas, y a quienes llegaron al continente.

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